En mi experiencia de apoyo a profesionales he podido constatar diferentes patrones que no siempre ayudan en los deseos y metas. Hoy te voy a compartir algunos ejemplos, cuya reflexión puede ayudar a la transformación laboral, aplicable tanto para una persona individual o emprendimiento en equipo.
Con frecuencia, los medios de comunicación y hasta personas con una sana intención venden un estilo de vida que lleva al inconsciente individual y colectivo a lo que llamo “ensoñación“. Un deseo de algo grande, que si bien es importante como punto de partida, vista a futuro- a veces en la práctica no es tan útil porque distrae y desenfoca.

Transformación laboral: El valor de lo pequeño
En la transformación laboral hacia un emprendimiento es común que los propios planes no son tan objetivos, se pierden por el camino o baja la motivación de llevarlos a cabo. Se sueña, ´pero el deseo es una cosa y otro el presente.
«En ocasiones se vive más en un tiempo futuro, en lo que podría ser; más que en lo que se puede y hasta debe hacer en ese instante presente».
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Por eso le doy más valor al compromiso, el paso a paso, al hábito, que al momento de “euforia motivacional “ de un momento que pasa fugaz y luego todo vuelve a la rutina.
Pasa también cuando veo a personas de alta responsabilidad, grandes proyectos , y a menudo sienten que le va todo grande. Y viven cierto conflicto entre la expectativa y el sentimiento presente de no llegar.
O el que tiene varios títulos o una experiencia de años en un puesto y piensa que determinadas tareas que pueden ser importantes para el equipo, no corresponden a su “estatus“. Y ello provoca diferentes sentimientos y hasta conflictos en departamentos.
En múltiples ejemplos, se pierde el valor de lo pequeño, o de aquello que es percibido como pequeño. Se olvida que esa breve acción en el tiempo puede ser la decisiva.
Ese hábito repetido, ese gesto , ese momento de escucha , ese cierre , ese paso que estás dando ahora mismo, es el que te llevará mas allá de donde estás hoy. Y no siempre se lo valora conscientemente. Todo negocio, idea grande comenzó por ser pequeño. Y es en esas pequeñas acciones de cada día donde está la magia. A menudo, cuando se pone la mirada el listón demasiado alto, se compara sin querer con los escasos resultados o habilidades y ello provoca el desánimo y el que se deje de intentarlo. Sin darse cuenta que ese movimiento repetido ,enfocado es el que fortalece y permite como la oruga que se convierta en mariposa. Quizás en este momento del año tienes variados frentes abiertos, pendientes. Y ello pesa sobre ti cual loza., no te deja avanzar. Antes de abrir nuevos proyectos , date cuenta de esas pequeñas acciones repetidas que te permitirán terminar y conquistar lo que te has propuesto.
Mi invitación hoy es a que identifiques esas pequeñas acciones que permitirán la transformación laboral ( o de otra área de tu vida ) en tu momento presente.
Puedes hacer esa transformación laboral, segmentando lo grande en pequeñas acciones diarias , organizadas y enfocadas de manera prioritaria.
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