Despido laboral
Hola,
Hace poco conversaba con una persona sobre el tema del despido laboral en su empresa, y son varias las reflexiones que he ido haciendo durante estos días, al respecto. De modo que hoy he decidido comentarte sobre ello, en aras de que a ti también te puedan servir de punto de partida.
En esta ocasión voy a enfocar el tema del despido laboral, desde la perspectiva de la empresa, y en la entrada, siguiente, continuaré el tema, en aras de que podamos ver, qué hay detrás de un despido que no siempre se dice, se entiende, se hace, se reorganiza.
Permíteme, que te comente un detalle etimológico que puede estar presente en la parte más interna y profunda, de cualquier procedimiento o tipo de despido. Despido/ despedir, están formados sobre la base doblemente prefijada , de (s)- ex – petere, que en latín significaba impulsar, empujar, arrojar algo con impulso hacia fuera, y en un sentido, apartar, dejar marchar.
Como toda palabra, se establece relación, más con un sentido u otro. ¿Y qué hay tras cada despido en la empresa? Independientemente de las causas y tipos de despido, alguno de esos sentidos etimológicos, cobra fuerza. Y es aquí, donde me gustaría que reflexionaras.
Desde un punto de vista objetivo, el despido en cualquier empresa está diciendo que hay un área de fisura/ quiebre, en la organización, en la mayoría de las veces, acumulada desde el ejercicio y estilo organizacional, y estimulada, en ocasiones, por coyunturas externas. Y esto es un factor esencial. En ocasiones, y bajo el contexto económico que vivimos, se asume un argumento de crisis que viene de fuera. Y hay que tener en cuenta que también tiene una parte dentro. Asumir la responsabilidad compartida, es un paso para el afrontamiento y toma de decisiones de una manera más constructiva.
Otras veces, y bajo similar argumento (crisis), se toma el despido, como vía para apartar, arrojar fuera, siguiendo la etimología antes citada- a personas “no gratas” para un determinado directivo/ colectivo, por variadas causas, y en ocasiones por muchos miedos humanos. En estos casos, el despido laboral no ayuda mucho siquiera al que estimula la salida, pues a lo interno, se envía mensajes del tipo: para crecer yo, he tener que quitar a alguien, quitar y arrojar, y no por méritos o capacidades propias. Desde ahí, se debilitan los colectivos, pues el espejo está ahí, latente, crece la desconfianza… y se alimenta otro tipo de situaciones que en nada ayuda al sostenimiento y crecimiento de la organización.
En otros casos, la situación es muy distinta. Conozco empresas y directivos que buscan alternativas para que el proceso sea sano y de ajuste para todos. Empresas, que dependen de un mercado, a veces exterior en franco descenso y que están buscando soluciones para que el proceso sea llevadero y de crecimiento para todos. Y eso es loable y se entiende también por la parte que se va de la empresa, aunque no resuelva su situación.
Como has podido darte cuenta, a veces no es el hecho en sí, sino lo qué se siente, percibe o hay detrás de un despido laboral. Y siguiendo esta idea, permíteme que te dé unas ideas sobre las que puedes reflexionar en tu organización.
- El despido laboral es necesario, cuando se necesita preservar el sistema (organización). Y lo digo, porque conozco directivos que viven cierta culpabilidad, ante el hecho. Sobre todo, ante personas que llevan largo tiempo en la organización. Hay que distinguir cuando es necesario, pues anticipa, desde ahí, otros quiebres, que puedan llevar a la desaparición de la entidad, con todo el mal mayor que puede tener.
- La cuestión no es el despido en sí, sino por y para qué se hace.
- La organización tiene un “alma”, es un sistema en el que se crean lazos, sentimientos, historias compartidas. Si bien el despido laboral, puede tener mayor incidencia en el que se va, también lo tiene en los que se quedan.
- Transparencia en los argumentos dados.
- Gratitud por la permanencia de esas personas en la organización. Al final, se reconozca o no, son parte de la historia de la organización.
- Permitir despedirse de los compañeros, si así lo quisiera la persona que se va. Hay quienes no lo desean. Respetar en cualquier caso, la decisión personal.
Enlace en PDF: Tipos de despido laboral…
En resumen, dejar marchar, no empujarlo fuera. Desde ahí, la reorganización interna es posible, hay mayor coherencia. Aunque el despido laboral pueda doler, es diferente y constructivo, cuando el proceso es planteado desde la necesidad de ese propio sistema para sostenerse. Y sobre todo, para sacar un aprendizaje, para asumir errores, reinventarse, hacer las cosas de un cierto modo, y hacer cambios saludables para la organización- y por supuesto, las personas, que son las que la sostienen.
En la próxima entrada estaré hablándote de otras aristas del despido laboral. Te invito a que cuentes en este espacio, en COMENTARIOS, ¿Qué crees tú? ¿Qué otros aspectos podrían tomarse en cuenta en relación con el despido laboral en las empresas hoy?
Un saludo,
Rosalia Peña Sarmiento