Retomando la temática del logro de objetivos, uno de los principales problemas que atenta contra esos objetivos personales y profesionales es precisamente que se pierden por el camino y no llegan hasta el final. Por ejemplo, ¿Qué está pasando con los objetivos que te propusiste a inicios de año? ¿Siguen con la energía de los últimos días de diciembre o inicio de enero? ¿Acaso no los has escrito todavía ni tienes plan alguno para conquistarlos? Hoy te comparto una estrategia para mantenerlos hasta el final.
Si conoces los puntos claves de los objetivos personales y profesionales, los tienes identificados, y estás trabajando en ellos, posiblemente tengas un plan de acción, que abarca un lapso mayor o menor: desde meses, semanas o quizás para cada día. Y si no tienes experiencia, y llevas un tiempo en ello, quizás estés sintiendo que ya no estás tan motivado. O que no logras hacer lo que te propones a la semana, al día… Y eso te provoca cierta frustración.
Incluso quizás empiecen a rondar pensamientos que no ayudan al logro de objetivos: valoraciones de ti mismo, de tu equipo, del objetivo en concreto, que hacen pensar que no es posible. Y sientes que se te van de las manos.
Quizás vayas viendo esa lista de acciones que tienes que hacer, y empiezas a sentir una serie de sensaciones que te impiden continuar. ¿Te resulta familiar esa manera? Y aunque no trabajas por objetivos, es posible que tengas una lista de tareas, con la que a veces no tienes buena relación, pues el solo mirarla te echa para atrás.
Tanto si se trata de tus objetivos o tareas diferentes, la estrategia que sigue te puede ayudar. Y es la de hacer paralelamente a esa lista de lo que tienes que hacer, La lista de las cosas que no vas a hacer y que interfieren que estés concentrado en lo importante: que es el proceso del logro de tus objetivos. Sí, escríbela, y sal de ella: delega; hazte una señal si se trata de un mal hábito para que te detengas antes de caer en su trampa. Revísala y busca una alternativa de salida para cada uno de esos puntos.
Y en esta estrategia el lenguaje es muy importante. Y la palabra básica es LIBERAR. Si bien estas entrenado para planificar, organizas y ejecutar lo que has de hacer para lograr tus metas; entrénate también para lo que vas a liberar, eso que te impide la realización de lo importante. Si liberas lo que te quita energía, tiempo, tendrás espacio para centrarte en lo necesario. Así que libera de tu foco de atención esa lista de lo que no vas a hacer.
¿Qué te parece? Hazlo cada día y apreciarás un cambio en tu vida. Con esa lista en mano por unos minutos antes de empezar el día, puedes prepararte para tu enfoque diario. Deshazte de lo que has anotado que interfiere. Solo así estarás limpio y dispuesto para asumir la tarea importante.
Si quieres recibir información sobre lo que está permitiendo a muchas personas el logro de sus objetivos, al identificar, organizar y ejecutar sus objetivos. Hazlo saber aquí: http://bit.ly/1iBfvGg
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Un saludo,
Rosalia Peña Sarmiento.