“Si ves a un hombre bueno, imítale; si ves un hombre malo examínate a ti mismo”.
Confucio.
Hoy te quiero hablar de las emociones colectivas y de su impacto en la motivación. Y para ello te comparto una experiencia que acabo de vivir este fin de semana en la ciudad de San Sebastián (Donostia), donde vivo. Me refiero, a la Tamborrada de San Sebastián, la más emblemática de esta ciudad. Este año, celebrada en un contexto especial del Bicentenario de la quema y reconstrucción de la ciudad.
Junto a otros ciudadanos donostiarras tuve el privilegio de vivir, por vez primera, desde los balcones de la Plaza de la Constitución, un panorama que me ha permitido no solo disfrutar intensamente, del momento, sino también reflexionar una vez más, sobre el poder de las emociones colectivas. Allí, muy poco antes de las 12, en la víspera, de San Sebastián, y bajo una generosa lluvia y viento se agrupaban cientos de donostiarras para a golpe de tambor izar su bandera, abrir oficialmente la Fiesta. Ni la lluvia, ni el viento detienen la Presencia. En este día, se aprecia la alegría de miles de niños, jóvenes y adultos que se reúnen bajo el efecto de una emocionalidad colectiva para expresar una energía y alegría comunes y un sentido de pertenencia al sitio que los ha visto nacer, crecer, o simplemente acogido como un hijo más. En esos rostros firmes y alegres, en esa marcialidad, y encuentro hay una vibración común que motiva, une, entusiasma y pone el foco, en lo que se es, tal vez sin mayores filtros cotidianos. La mayoría encuentra su espacio, simplemente, porque la ciudad es de todos y parece fluir como el mar que la rodea.
Y yo- pasado este día, pienso una vez más en este concepto poderoso de las emociones colectivas. Sí porque la emocionalidad de un grupo puede conducir a uno u otros resultados. Y sobre todo, me refiero no solo a esas emociones puntuales, circunstanciales, sino a la emocionalidad más mantenida en el tiempo. Cuando entras, por ejemplo, en un recinto laboral, lo respiras, aún sin haber entrado en una interacción con las personas. Una observación de cómo está dispuesto el espacio, como se mueven las personas, su fisiología, ofrece una información básica, que se puede ampliar al escuchar a las personas, interactuar y apreciar cómo responden a los retos cotidianos,
¿Y para qué puede servir conocer esas emociones colectivas mantenidas en el tiempo? No solo son información importante para conocer donde está un grupo, equipo, ciudad, país… respecto de su misión, visión comunes, sino también una variable que permite apreciar desde donde viven, enfocan los procesos en general, esas colectividades. Lo cierto es que no siempre se repara en esto en la dinámica diaria, pero está y se hace eco en cada manera de afrontar los avatares cotidianos.
Saber qué emociones vive tu colectivo te permite reflexionar sobre si esa emocionalidad colectiva responde a lo que necesita el propio colectivo para avanzar, crecer. Puede estimular y motivar esa inteligencia colectiva o socavar los mismos.
Por eso saber cuál es y hacia dónde casi por inercia está empujando esa emocionalidad colectiva, es de gran importancia, y se ha de tomar cartas en el asunto, juntos, si se identifica que se aleja sobre todo del eje del amor, el gozo, la fluidez , estimuladores de la creatividad, estados emocionales que facilitan la motivación, y los cambios saludables. También puedes buscar ayuda profesional, que facilite la toma de conciencia y alineación del equipo.
Llegado a este punto, te invito a que elijas ahora mismo en tu recuerdo, imágines de uno de esos diferentes colectivos de los que te sientes parte: tu familia, tus compañeros de trabajo, tus amigos, tu ciudad, tu país… observa qué está viviendo en estos últimos días, qué emociones colectivas se respiran, ¿Es eso lo que necesita ese colectivo para vivir de manera saludable, avanzar, crecer? Por favor, deja un comentario más abajo, esparce la semilla de tu experiencia. Y comparte este artículo con un amigo.
Gracias, anticipadamente.
Un cálido saludo,
Rosalia Peña Sarmiento, por tu crecimiento y cambio saludables.
,,Si ves a un hombre bueno, imítale; si ves un hombre malo examínate a ti mismo,,
Tienes mucha razón estimada Rosalia, una gran idea esto de coaching Rednova saludable.Me encanta todo lo que tienes en este maravilloso lugar,saludos y seguir así alimentando nuestr@s necesidades para superación y motivación.
Miguel
Hola, Miguel:
Gracias. Sí, mucho de loq ue vemos en los demás lo llevamos dentro.
Un saludo,
Rsalia