Hola, estimado profesional:
Mucho se habla de las relaciones “tóxicas”. Es uno de los temas que me suelen preguntar en cursos o sesiones personales. Y no es fortuito: por lo general queremos relacionarnos y sentirnos bien y sobre todo ser aceptados en el grupo del que formamos o nos sentimos parte. Y hoy te voy a compartir sobre un tema de gran alcance: La descalificación en el contexto laboral.
En el artículo anterior te hablé de modelos asertivos básicos en el mundo laboral. Y un comentario por vía privada de lo que sufre una persona, me ha estimulado a compartir contigo sobre este tema, que ahíla con el artículo anterior, y además, quizás ahora mismo, estés observándolo en tu contexto de trabajo. Y te animo a que te detengas si es así, hagas la reflexión necesaria, y tomes la acción en congruencia.
Observo con cierta frecuencia, por ejemplo, en las redes sociales, en medios de comunicación… cómo la diferencia de puntos de vista, el desacuerdo o decepción, miedo,… entre otros sentimientos, estados emocionales, son expresados con descalificaciones.
Y al hilo de esto distinguiría dos cuestiones: un comportamiento aislado a veces, como reacción a algo que duele, con esa manera de “Y tú más”. Injustificable, pero muestra del descontrol de una situación, y que animo a aprender a gestionar y en cualquier caso, una serena disculpa, o enmienda podría facilitar que las aguas vuelvan al río, sobre todo en los contextos laborales.
Y por otro lado, está el hecho cuando ese comportamiento es repetitivo en una persona, de tal manera que se vuelva un rasgo “ identificador” de esa persona dentro de un equipo. Es en este caso, que hay que cortar por lo sano, antes que la hierba mala impida el fruto. Pues una vez que le des voz a esos comportamientos repetitivos, mal anda el equipo, el clima de trabajo.
¿Cómo identificar ese comportamiento repetitivo?
No solo se manifiesta verbalmente, también hay otras conductas que puedes observar y que bien las resume B. Stamateas en su libro Gente Tóxica: Se esconde detrás de máscaras ( juega al papel de amigo y compañero); finge estar interesado en lo que haces; se comporta irónico y sarcástico; vivirá buscando como lupa tus defectos para luego utilizarlos; estará atento a escuchar tus reclamos y quejas sobre ti mismo para utilizarlos en algún momento; agigantará tus errores y tus fracasos y reducirá al máximo tus logros y resultados; Su objetivo es tener control sobre lo que sucede y la mayor cantidad de personas a su alcance.
En general, esas personas necesitan ayuda profesional. Muchas veces han sido descalificadas o han crecido en ambientes de descalificación. Y a lo interno se sienten muy inseguras, por eso les cuesta reconocer los logros y resultados de los que le rodean…. Y todos esos comportamientos descritos anteriormente.
Tanto si estás siendo objeto de descalificación en el contexto laboral, como si descalificas a otros, lo primero es reconocerlo y aceptar que es parte de tu momento actual, pero que hay maneras más sanas que puedes aprender que permitan autoafirmarte, afirmando a otros. Todos estamos en un proceso de mejora continua.
Y si me permites hay unos puntos básicos en los que puedes enfocarte tanto ante la presencia de esas relaciones tóxicas: de la descalificación en el contexto laboral, como para permitirte crecer exponencialmente. Ellos son: Desarrollar una sana autoestima, desarrollar el modelo seguro de Asertividad, conocer tus valores y ponerlos en acción, aprender a expresar lo que sientes y piensas con naturalidad y confianza. Y centrarte en tus metas. Recuerda que a lo que prestas atención Crece… ¿Y tú que crees? Deja tu comentario más abajo, cuéntame en qué precisas ayuda.
Con todo mi afecto,
Rosalia Peña Sarmiento
PD.
Espero verte muy pronto en alguno de nuestros espacios presenciales y online. Nuestra cita presencial más cercana es en el Taller de Asertividad: Afírmate, afirmando a otros, para tu alto rendimiento y disfrute de la vida.