[images style=»3″ image=»http://rednovasaludable.com/wp-content/uploads/2014/04/664348gabriel-garcia-300×225.jpg» width=»300″ align=»center» top_margin=»0″ full_width=»Y»]
En una de sus entrevistas, García Márquez afirmaba que «La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla.” Y no solo me hace recordar: “Vivir para contarla”, sino todo lo que he disfrutado y aprendido, de los que nos contó y dejó García Márquez, a lo largo de una vida.
Se eleva García Márquez, y cuánto nos deja. Cuando se escucha su nombre, quizás lo que primero aflore es la idea del escritor, del premio nobel y su “Cien Años de Soledad”. No hay dudas que ha viajado esta obra por espacios y culturas diferentes. Su Macondo puede que haya sido mil veces reconstruido por sus lectores y a la vez haya sido motivo de inspiración personal para muchos. Y cuando uno recorre su prolífica obra literaria, se da cuenta que hay mucho, tanto antes como después.
La evolución y madurez de García Márquez también se trasluce en sus libros. Él mismo comenta en una de sus entrevistas, cuál iba siendo la inspiración y la significación personal de sus libros. No es fortuito que su libro preferido de cuantos escribió, fuera precisamente: “El amor en los tiempos del Cólera”.
Es sin duda una muestra de amor infinito no solo su obra literaria, su profundo sentido de pertenencia al espacio geográfico donde creció y al cual se siente unido, sino también su periodismo comprometido, su pasión por la creación literaria y el cine, que cobran expresión en la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, creado en La Habana en 1985, y que ha patrocinado La Escuela Internacional de Cine y Televisión.
Se eleva su espíritu, su transparencia y sencillez, el “hombre infinito”, como también ha sido llamado. Y queda su ejemplo, y hasta su sonrisa y mirada profunda.
“Los libros consuelan, calman, preparan, enriquecen y redimen”- decía, Martí. Rinde tu homenaje a García Márquez, desde aquí. Cuenta tu experiencia, con sus libros, su obra, su vida. Gracias, anticipadamente, por dejar tu comentario.
Un saludo,
Rosalia Peña Sarmiento