¿Es posible vivir del talento hoy? , resulta una de las preguntas que a menudo causa cierta polémica. Y hoy permíteme compartirte una reflexión a propósito de la tercera edición de GotTalent España.

 

Con frecuencia en las organizaciones se suele hablar de elección, desarrollo, retención del talento. Afortunadamente, cada vez más las empresas que apuestan por crecer, también apuestan por tomar esta noción como parte de su visión.

Sin embargo, en mi experiencia al inicio de procesos de acompañamiento a profesionales, este punto no siempre es puesto en la prioridad.

Voy observando más la intención de tener un trabajo, incluso desarrollar una idea emprendedora, y menos enfocado al talento principal. Es posible que esta noción se ha entendido tan ameliorativa y extraordinaria, que se la percibe menos “alcanzable“

Sin embargo, hay un punto más terrenal del talento, que puedes y diría debes descubrir, conectar expresar y ponerlo al servicio de tu hacer, de tus elecciones cotidianas.

Y vuelve la pregunta : ¿Se puede vivir del talento hoy?

Es curioso cómo tiene que ver con la idea de lo que creemos, elegimos y nos permitimos o no expresar .

Y el reciente final de la tercera edición de GotTalent España ha sido una muestra de ello.

 

¿Quien podía imaginar que ganaría la poesía?

Me hizo reflexionar desde el inicio y me alegró sobremanera que se impusiera la poesía, el amor y la confianza sin pensar en lo que “conviene o no“, lo que tiene más o menos salida en un determinado momento.

Volver sobre el centro de lo que apasiona, fluye internamente y ponerlo al servicio de cada acto, vale la pena como ha inspirado este Cesar Brandon, Ganador GotTalent España, con la sencillez que disfruta el momento y se entrega al ahora.

Al final como afirma Brandon: …no somos más que un instante en este lugar, pero vivimos como si la eternidad no fuese más que una hora que todavía no ha cumplido la mayoría de edad.

¿Y tú que crees? ¿Se puede vivir del talento hoy? ¿ Qué estarías haciendo si lo creyeras posible.?

Deja tu comentario más abajo.

Con todo mi afecto,

Rosalia Peña Sarmiento.

 

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